"Hay panolis que se piensan que esto de escribir para uno es como el hablar a solas, cosa de chalados. Eso son ganas de enredar las cosas, porque uno no siempre dice lo que quiere y hay pensamientos que andan por dentro de uno y uno, por vueltas que le dé, no acierta a expresarlos, o a lo mejor, no le da la real gana de hacerlo. Uno es de una manera y como uno es, no lo sabe ni su madre y, sin necesidad de ir a lo zorro, uno nunca se confía del todo a los demás y si quiere recordarse de algo, no hay como comerlo a palo seco, sin el recelo de que otro venga a cachondearse de lo que dice. Ésta es la fetén y el que diga lo contrario miente".
Miguel Delibes: Diario de un emigrante

viernes, 13 de julio de 2018

SI ME NECESITAS, LLÁMAME - RAYMOND CARVER





















Encontramos en este libro una serie de cuentos que se publicaron tras la muerte de Carver. Según la viuda, encargada de rescatar y publicar las historias, así como de los críticos de la contraportada, son piezas de igual calidad que toda su obra anterior y su publicación obedece a criterios puramente artísticos. Como no he tenido el gusto de disfrutar de la obra anterior del sr. Carver, tendré que creerlo.

El estilo de Carver tiene algo de peculiar; no tanto en el desarrollo de las historias o en la construcción de los personajes (aunque es cierto que tienen una idiosincrasia particular en su normalidad) si no en los finales que propone para cada cuento. Se puede decir que basa su estilo y su diferencia en no ser asombroso ni espectacular, en no contar nada que se salga de la vida común de la gente, en proponer historias y finales que se identifican con la más absoluta normalidad de buena parte de la sociedad. El adorno innecesario no es su pecado, desde luego.

Un estilo que me parece un arma de doble filo. Por un lado, una vez que coges la intención literaria en el discurso de la normalidad de vidas corrientes, te haces partícipe emocional de las historias, sintiendo de forma especial aquello que te conmueve por cercano y reconocible. Sin duda, la identificación con personajes, situaciones y emociones es uno de las bazas fundamentales de cualquier obra de arte. Por otra parte, el hecho de que nada brille, de que nada sea espectacular o fuera de lo común, convierte la intención literaria en algo monótona y se puede echar en falta algo más fantasioso que, sin llegar a desligarse de nuestra condición humana, permita imaginar y fantasear con situaciones más deslumbrantes.

En cualquier caso merece la pena el acercamiento a este tipo de literatura "humana". Aunque cada uno deberá buscar el momento vital adecuado.

Lo mejor: la aparente sencillez.
Lo peor: la invariabilidad en tono e intención.

jueves, 12 de julio de 2018

EL TRUENO DORADO - VALLE INCLÁN

Novelita póstuma publicada por entregas que representa el Madrid de la época con realismo y su correspondiente crítica social; o, al menos, lo tremendo de la distancia entre clases sociales.

En rigor no parece una gran obra, pero sí ejemplifica gran parte de la literatura de principios del XX en España con ese tono a caballo entre el drama social y el humor caústico disfrazado de inocencia. Parece, más que una novela, una obra de teatro (como así ha sido después adaptada) semejante a obras de la época como Tres sombreros de copa de Miguel Mihura.

Curiosa, interesante y con un lenguaje rico en palabras y modismos de la época, que la hacen más adecuada para un público interesado en la sociedad y la literatura de los primeros años del S. XX. No siendo así, pierde bastante fuerza.

Lo mejor: el manejo del tono humorístico y triste en la representación de una sociedad ridícula.
Lo peor: la falta de universalidad fuera de su contexto.

lunes, 2 de julio de 2018

LA CARRETERA - CORMAC McCARTHY


Estamos ante una de las obras más destacadas de los últimos años, reconocida por crítica (Premio Pulitzer) y público. Antes de meternos en los detalles, se puede decir que ha recibido lo que se merece, aunque siempre puede existir la duda de cuántas buenas novelas de parecida factura no han corrido la misma suerte. En fin , nos centraremos en la que tenemos entre manos.

McCarthy cuenta las andanzas de un padre y un hijo en un mundo postapocalíptico que tiene como símbolo y como eje una carretera. Hemos de reconocer que crea una atmósfera verdaderamente gris e inquietante; produce cierto desasosiego verse en esta situación y no resulta difícil imaginarse allí. Esto lo consigue a través de una prosa cuidada cuando es necesario, con las reflexiones sesudas oportunas cuando lo requiere la ocasión, pero, especialmente, dando a la historia simplicidad en el relato de los hechos comunes, lo que da verosimilitud y crudeza a una situación desligada de la realidad y, por ello, más difícil de contar y de imaginar. La forma con la que juega McCarthy con las múltiples incertidumbres a lo largo de la historia es fantástica, dejando ver sólo aquello que consigue atraparnos y que nos deja con ganas de saber más del contexto que rodea a los personajes.

La prosa es algo particular. Entre otras cosas, las conversaciones no se representan de la forma más habitual y en las mismas suele caer en repeticiones (con total intención) que no siempre consiguen el efecto lacónico deseado y pueden llegar a verse como pequeños excesos de estilo. En cualquier caso se sigue con facilidad y se agradecen los nuevos estilos que no lo son tanto como para no poder leerse por cualquier público.

En general hay que decir que es un buen libro. Recomendable.

Lo mejor: la historia en sí, la creación y representación de ese mundo
Lo peor: ciertos diálogos artificiosos


LA MUERTE DE IVÁN ILICH. JADZHÍ MURAT - TOLSTÓI



















En esta edición encontramos dos relatos. El primero de ellos es uno de los más icónicos del escritor ruso. En efecto tiene valor literario, pretende profundidad y reflexión en su narración y resulta entretenido en gran medida. Con todo y con eso, queda algo "soso" para la mitificación que envuelve a un relato amado por los aficionados a la literatura rusa. No creo que la alegoría vaya más allá de lo que pueden ir innumerables relatos de cualquier otra literatura, quizás menos encumbradas.

Si aún así el primer relato le agradó especialmente o cree que ha encontrado un autor de referencia, yo no lo estropearía con el segundo. Es más, recomiendo, en todo caso, buscar ediciones que contengan únicamente "La muerte de Iván Ilich". "Jadzhí Murat" es una obra totalmente localista destinada a una minoría literaria que debe cumplir al menos una de estas dos condiciones: conocer y disfrutar con la cultura más arraigada del Caúcaso (léxico incluido), algo más que improbable entre cualquiera de nosotros, o ser fanático del autor, algo más probable. La mayoría de los lectores creo que encontrarán pesado un relato tan alejado de nuestra cultura.

Lo mejor: en "La muerte..." el desarrollo de la historia cumple su función.
Lo peor: el localismo de "Jadzhí Murat".